El
concepto de “educación especial” ha ido evolucionando a lo
largo de los años. Sánchez Manzano (1992) definió la educación
especial como unas actuaciones encaminadas a compensar dichas
necesidades, ya sea en centros ordinarios u específicos.
Actualmente, podríamos definirla como una forma enriquecida de
educación general, con la tendencia de mejorar la vida de las
personas con minusvalía, es decir, una disciplina encargada de dar
respuesta a una educación extraordinaria a los niños deficientes.
De
esta manera, la definición de “educación especial” ha ido
evolucionando positivamente a lo largo de los años ante la
intervención de muchos autores que han implantado su propio término
y significado como: Asperger, 1955 y Debesse, 1969 Pedagogía
Curativa ; Bomboir, 1971 Pedagogía Correctiva;
Zaballoni, 1979-1983 Pedagogía Especial, García Hoz,
1958-1978 Pedagogía Terapeútica; Unesco, 1958 Enseñanza
Especial; Comes, 1987 Didáctica Diferencial y Especial;
López Melero, 1990 Didáctica Especial Diferenciada;
Fernandez Huerta, 1985 Didáctica Curativa/Terapéutica.
Estas
definiciones evolutivas han dado un cambio positivo al significado de
“educación especial”, ya que no se le da tanta importancia a la
deficiencia que le impide realizar un aprendizaje normativos, sino
que se fijan en la manera que hay que atenderlos de manera
individualizada, dependiendo de sus particularidades, y así les
ayuden a desarrollarse e integrarse tanto en el aula como en la
sociedad. Por lo tanto, estos alumnos tienen una serie de necesidades
educativas especiales, ya que según el Libro Blanco, capítulo X:
Partiendo
de la premisa de que todos los alumnos precisan de diversas ayudas
pedagógicas de tipo personal, técnico o material, con el objeto de
asegurar el logro de los fines generales de la educación, las
necesidades educativas especiales se predican de aquellos alumnos,
que además y de forma complementaria, puedan precisar otro tipo de
ayudas menos usuales.
A raíz de esta aportación, podríamos decir que las necesidades educativas especiales las tienen tanto las personas con algún tipo de restricción como aquellas que por determinados motivos no tan significativos necesiten apoyo para llevar a cabo su proceso de aprendizaje. Por ello, diferenciaremos a los alumnos con necesidades educativas especiales y a los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo.
En
primer lugar, los ACNEE son aquellos alumnos que durante la
escolarización necesitan una serie de atenciones educativas
específicas como causa de una discapacidad o trastorno.
En
segundo lugar, los ACNEAE son los alumnos que necesitan un apoyo
educativo diferente a la ordinaria por tener una serie de necesidades
educativas especiales debido a dificultades específicas de
aprendizaje.
Después
de escribiros este post acerca de la evolución del concepto de
educación especial, solo me queda deciros que sigáis atentos a todo
lo que vamos publicando porque vamos a profundizar mucho más en
diferentes aspectos sobre la atención a la diversidad, y además no
dudéis en darnos vuestra opinión. Feliz puente del Pilar!
Gemma Martín Tío
Gemma Martín Tío

Bibliografía
Sánchez
Manzano, E. (1992). Introducción a la educación
especial. 1992. España: Madrid.
Sola
Martínez, A,. López Urquízar, N. (2009). La educación
especial y los sujetos con necesidades educativas
especiales. Universidad de Granada.
¡Buenas tardes!
ResponderEliminarConsidero que la información tratada en este post es muy importante ya que para entender el concepto de educación especial en la actualidad hace falta conocer toda la historia evolutiva que ha sufrido este tema.
Os invito a pasaros por nuestro blog: http://educacioninclusivaencanarias.blogspot.com.es/
Un saludo!