¡Buenas
tardes blogueros!
Hoy
os vamos a hablar de una revisión y análisis de los Programas de Cualificación
Profesional Inicial (PCPI) que realizaron Marín, Carmona y Sola en 2013 en
Andalucía.
Estos
autores consideran que estos programas son una medida efectiva para la
inclusión educativa, social y laboral del alumnado que finaliza la educación
obligatoria sin titular. Para ello, han observado la trayectoria de los PCPI
desde su implantación en el curso 2008 – 2009 hasta 2013 para, a partir de
ello, aportar ideas y reflexiones que permitan tomar conciencia de los PCPI
para la reinserción educativa y la capacitación laboral del alumnado al que van
dirigidos.
Con
la aprobación de la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General
del Sistema Educativo, aparecieron los Programas de Garantía Social (PGS).
Estos, iban dirigidos a los/as alumnos/as que no alcanzaban los objetivos de la
ESO con la finalidad de proporcionar una formación básica y profesional que les
permitieran incorporarse a la vida activa o proseguir sus estudios en las
distintas enseñanzas.
Más
tarde, con la implantación de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de
Educación (LOE), se apostó por un modelo diferente de programas, los PCPI.
Estos, aunque van dirigidos a la misma población que los PGS, pretendían que
todos los alumnos alcanzasen las competencias profesionales propias de una
cualificación de nivel uno de la estructura del Catálogo Nacional de
Cualificaciones Profesionales (CNCP), así como, que tuviesen la posibilidad de
una inserción sociolaboral y ampliasen sus competencias básicas para proseguir
los estudios en las diferentes enseñanzas.
Marín,
Carmona y Sola (2013), afirman que los PCPI aparecen con el fin de evitar el abandono
escolar temprano, ampliar las expectativas de formación y cualificación
posterior, así como facilitar el acceso a la vida laboral, debido a que tienen
una visión más profesionalizadora y aspiran a proporcionar al alumnado de las
competencias básicas que, de una forma más real y efectiva, le facilitarán el
acceso a nuevos estudios como los Ciclos Formativos de Formación Profesional de
Grado Medio.
El
perfil estudiantil al que van dirigidos estos programas es a menores de 21 años
que cumplan al menos 16 años en el año natural del comienzo del programa y que
no hayan obtenido el título de la ESO, a menores de 22 años que cumplan al
menos 16 años en el año natural del comienzo del programa y que presenten NEE y, a alumnado de 15 años de edad
cumplidos en el año natural de comienzo del curso previo acuerdo del alumno y
sus padres, habiendo cursado el segundo curso de la Educación Secundaria
Obligatoria (repetido ya en una ocasión en esta etapa y no estén en condiciones
de promocionar al tercer curso.
Los
PCPI se estructuran en tres módulos: los módulos específicos (unidades de
competencia correspondientes a CNCP de acuerdo al perfil profesional cursado),
los módulos formativos (posibilitar el desarrollo de las competencias básicas y
favorecer la transición del sistema educativo al mundo laboral) y los módulos
de carácter voluntario para los alumnos (obtener el título de la ESO).
Sin
embargo, no todo lo que ofrecen los PCPI tiene más ventajas con respecto a los
PGS:
No pueden cumplir la
función que han tenido los PGS, ni podrán atender a toda la población que
acudía a aquéllos. Según el autor su regreso a los Institutos de Educación
Secundaria y la prescripción curricular que les acompaña, justificables sin
duda en aras a conseguir el acceso al Graduado en Educación Secundaria
Obligatoria, afecta también a las posibilidades de atención a la diversidad: el
aumento de asignaturas y profesores, el aumento del academicismo así como la
dificultad para planificar el currículo de forma integrada son pérdidas de los
PCPI respecto a los PGS (Marhuenda, 2012; citado en Marín,
Carmona y Sola, 2013, p.89)
Para
comprobar si son efectivos estos programas, los autores realizaron un estudio
descriptivo de la evolución de los mismos atendiendo a aspectos de implicación
de las provincias de Andalucía, de las entidades locales, asociaciones, ONG’s,
etc.
Los
resultados que obtuvieron fueron la evolución de los alumnos y alumnas
matriculados en los PGS y luego PCPI a lo largo de los últimos 15 años, los dos
primeros años de la implantación del PCPI las actuaciones concertadas eran
mayoritarias a las actuaciones públicas y los alumnos matriculados en el curso académico 2008-2009 evolucionaron
hasta casi triplicarse su valor en los centros públicos en el curso 2011-2012.
Además, entre las provincias que más matrículas de PCPI se registraron fueron
Sevilla, Cádiz y Málaga y, por el contrario, las provincias que presentaron
menos alumnado matriculado fueron Almería, Jaén y Huelva. Por último, respecto
a la evolución del alumnado matriculado, el número de alumnos fue el doble que
el de las alumnas.
Como
conclusión, Marín, Carmona y Sola (2013), reflexionan que los PCPI son una
medida efectiva para prevenir la elevada tasa de fracaso escolar, siendo una
medida de atención a la diversidad. Asimismo, consideran que estos programas
han mejorado el contenido, el ámbito de aplicación y las salidas profesionales
de los primeros PGS. Sin embargo, estiman que “no debemos olvidar, que el mejor
Programa de Cualificación Profesional Inicial es aquel que no existe, es decir,
la necesidad de estos programas se debe a que el sistema educativo español
actual está fallando” (Marín, Carmona y Sola, 2013, p. 99) y, por ello, creen
que debería haber una reforma educativa sobre ello,
fomentando un sistema organizado y sistematizado de seguimiento posterior del
alumnado que finalizan los PCPI para conocer, mediante datos objetivos, cuál es
el alcance real de este programa, permitiendo implementar mejoraras y
correcciones.
¿Qué
os ha parecido este post? Espero que os haya parecido interesante y os haya hecho reflexionar sobre la educación inclusiva. Si
es así y queréis conocer más acerca de los PCPI como medida de inclusión
educativa y social, os recomendamos ver el siguiente video: https://www.youtube.com/watch?v=D9mdKzBZKtI
Victoria
Salvador y Gemma Martín
Bibliografía:
Marín Marín, J., García Carmona, M. y Sola Reche, J.
(2013). Reflexión y análisis sobre los Programas de Cualificación Profesional
Inicial como medida de inclusión social y educativa en Andalucía (España).
Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación,
12(1), 83-102. Recuperado el 22 de noviembre de 2015 de http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4655942